Ese detalle

¿Qué se hace con ese bonito detalle que se planeó con 2 semanas de anticipación y que no se entregó porque el chico que estabas conociendo te trató con cierto aire de indiferencia cuando te vio y entraste en pánico, te cohibiste y te dio penita entregarlo?

Y es que bueno, vivo de detalles, por más mínimos e insignificantes que sean, una mirada, una sonrisa, una palabra bonita; un mensaje de “buenos días”, “buenas noches”, “cómo estás?”, “que te vaya bien”, “maneja con cuidado”, etc. son pequeños pero con mucho valor.

¿Qué se hace cuando se empieza a notar cierto desinterés en una persona que te gusta?,

¿dejas de sentir interés tú también?,

¿sigues intentando porque sabes que vale la pena?

Y aunque él se justificó con su estrés laboral, ese mismo 14 dejó de escribir así sin más; ¿por qué?, quien sabe!, pensando que era por lo mismo del trabajo tampoco le escribí, pensé (tontamente) que él me escribiría un poco mas tarde para vernos esa misma noche y ahora sí tendría la oportunidad de darle su detalle, pero jamás llego un mensaje; ni al día siguiente, ni al segundo, ni al tercer día.

¿Qué fué lo que hice?:

La rosa sigue secándose en el carro (el "dramas" no vino?), la bolsa de regalo la rompí hace 2 días; aún seguía con la esperanza (si, todavía) de que me escribiera y dijera: “vamos a vernos” y así entregarle lo que le compré; pero pues hoy ya se cumplió la semana y él ni sus luces; el muñeco que mande comprar por internet lo refundí entre la ropa de mi closet y el montón de chocolates entre Kisses, Ferrero, M&M's y Hershey's me los traje a la oficina y los reparto a quien guste.

¿Qué si le he escrito?

Muero por hacerlo!, pero esta vez mi orgullo puede más (para eso me pinto solo), el error esta vez no fué mío, ya una ocasión sucedió algo similar y yo le escribí para arreglar las cosas (me paniquie por cierto tema que después contare), esta vez es diferente; ni modo, por algo lo hace.

El problema es que el llego así sólito cuando yo ya estaba resignado a que no iba a encontrar a alguien para mí; él llega, me trata bonito, muestra interés y pendejamente me ilusioné, caí como tonto.

No me vuelve a pasar.